- La Fundación Vida Silvestre promueve una iniciativa para la creación de un área protegida en la región llamada “Mar de la Zona Austral”.
- Su importancia es vital para la alimentación de ballenas, elefantes, lobos marinos y pingüinos.
- El Mar Argentino tiene una inmensa biodiversidad y especies únicas en el mundo, pero la sobrepesca y el cambio climático lo afectan cada vez más.
Por Consuelo Bilbao @Cebilba
Las áreas protegidas son esenciales para la conservación de las especies, los ecosistemas y los medios de sustento que estos soportan. A su vez, juegan un papel clave en la adaptación y la mitigación de los impactos del cambio climático[1]. De acuerdo al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, se estima que a nivel mundial aproximadamente un 15,4 % de las zonas terrestres y aguas continentales y el 3.5 % de los océanos del mundo están cubiertas por áreas protegidas.
Argentina es parte del Convenio Internacional sobre Diversidad Biológica que en el año 2010 en Aichi, Japón, revisaron las metas a alcanzar para 2020 en materias de áreas protegidas. En esa ocasión se definió la meta 11, la cual establece que para el año 2020 las áreas para la conservación sean administradas de manera eficaz y equitativa y cubran al menos el 17 por ciento de las zonas terrestres del mundo y el diez por ciento de las zonas marinas. Se pone énfasis en aquellas de particular importancia para la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas.
Actualmente, la Fundación Vida Silvestre promueve una iniciativa que fue declara de interés por la Cámara de Diputados de la Nación[2], para la creación de un área protegida en la zona llamada “Mar de la Zona Austral”, en base al relevamiento científico de las organizaciones nucleadas en el Foro para la Conservación del Mar Patagónico. Esta zona es donde confluyen las aguas del océano pacifico y atlántico sur y resulta de vital importancia para la alimentación de ballenas, elefantes, lobos marinos y pingüinos, como así también zona desove de peces de interés comercial. Además, hay presencia de corales de agua fría que han sido definidos como uno de los ecosistemas más vulnerables.
El Mar Argentino tiene una inmensa biodiversidad entre las que se destacan las especies endémicas, aquellas que no se encuentra en otro lugar del mundo. Los servicios ambientales que brindan nuestros mares son varios, entre ellos la producción de alimentos y la regulación de los gases de efecto invernadero. Sin embargo, la sobrepesca y el cambio climático son riesgos crecientes que están afectando el mar argentino.
Las Áreas Marinas Protegidas son una herramienta fundamental para la conservación de todo el ecosistema. Nuestro país cuenta desde el año 2014 con la Ley 27.037 que creó el Sistema Nacional de Agua Marinas Protegidas (AMPs). Actualmente, estas áreas no alcanzan las a cubrir el 3% de sus espacios marítimos[3]. Existen 61 áreas protegidas costeras y marinas que abarcan alrededor de 42.500 km2, pero hay una sola área protegida marina oceánica (localizada en Zona Económica Exclusiva), el área Namuncurá-Banco Burdwood creada en el año 2014.
“El Mar de la Zona Austral” es un lugar de mucha riqueza y hoy en día no hay áreas protegidas marinas en la zona. Por eso es importante la iniciativa de las ONG, para que de forma participativa se defina un área de protección dentro de esta región vital para el desarrollo sustentable de nuestro mar argentino.
[1] PNUMA, http://newsroom.unfccc.int/es/el-papel-de-la-naturaleza/pnuma-avances-en-la-proteccion-de-zonas-marinas-y-terrestres/
[2] Villalonga Juan Carlos, Proyecto de Resolución Honorable Cámara de Diputados de la Nación http://www.hcdn.gob.ar/proyectos/proyecto.jsp?exp=0938-D-2017
[3] http://www.hcdn.gob.ar/proyectos/proyecto.jsp?exp=0938-D-2017