- La combinación del aumento de eventos extremos como una de las consecuencias del cambio climático, con una incorrecta gestión de cuencas hidrográficas y ausencia de ordenamiento territorial, es letal.
- La escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población mundial, una cifra alarmante que probablemente crecerá con el aumento de las temperaturas globales producto del cambio climático.
- El aumento de las sequías y la desertificación ya está empeorando estas tendencias. Se estima que al menos una de cada cuatro personas se verá afectada por escasez recurrente de agua para 2050.
- Para garantizar el acceso universal al agua, en cantidad suficiente y segura, es imprescindible una visión de cuenca que garantice que las actividades sobre las mismas no alteren el ciclo hidrológico ni afecten su calidad.
Por Elba Stancich
Las intensas lluvias, desbordes de ríos, avalanchas de lodo e inundaciones provocadas por el fenómeno climático El Niño Costero, afectaron a más de la mitad de Perú y han dejado 72 muertos desde que comenzó el año. Lima, la ciudad donde casi nunca llueve, sufrió la paradoja de quedarse sin suministro de agua potable en varios de sus distritos debido a la imposibilidad de recolectar agua del río Rímac, cuyo caudal bajó con excesiva cantidad de lodo, piedras y objetos como para poder procesarla y distribuirla (1).
La combinación del aumento de eventos extremos como una de las consecuencias del cambio climático, con una incorrecta gestión de cuencas hidrográficas y ausencia de ordenamiento territorial, es letal.
En el informe “Desafíos de la seguridad hídrica en América Latina y el Caribe” de CEPAL, se observan cambios en el número, intensidad y frecuencia de las precipitaciones, con incremento en algunas zonas y disminuciones en otras, y un retroceso generalizado de los glaciares. Existe una intensificación de los fenómenos de El Niño y La Niña, lo cual se relaciona con el aumento de la frecuencia de huracanes en la zona tropical y la mayor frecuencia y persistencia de las sequías en zonas de Los Andes y en la vertiente pacífica del continente (2).
Estos cambios climáticos generan modificaciones muy significativas en el régimen hidrológico de numerosos ríos. No obstante la validez de las tendencias climáticas indicadas, persiste un alto grado de incertidumbre con respecto a la predicción de caudales para fines de planificación hidrológica debido a varios factores; entre ellos los cambios de uso del suelo, una mayor agriculturización y deforestación.
Los Objetivos del Desarrollo Sostenible incluyen “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”. En sintonía, en nuestro país el Plan Nacional del Agua apunta a que el 100% de los argentinos cuente con cobertura de agua potable y el 75% tenga servicios cloacales (3). Cumplir con las metas propuestas nos obliga a mirar más allá de nuestra canilla y de la infraestructura necesaria para que eso sea posible.
La escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población mundial, una cifra alarmante que probablemente crecerá con el aumento de las temperaturas globales producto del cambio climático. Aunque 2.100 millones de personas han conseguido acceso a mejores condiciones de agua y saneamiento desde 1990, la decreciente disponibilidad de agua potable de calidad es un problema importante que aqueja a todos los continentes. En 2011, 41 países experimentaban estrés hídrico; 10 de ellos estaban a punto de agotar su suministro de agua dulce renovable y ahora dependen de fuentes alternativas. El aumento de las sequías y la desertificación ya está empeorando estas tendencias. Se estima que al menos una de cada cuatro personas se verá afectada por escasez recurrente de agua para 2050 (4).
Con el fin de garantizar el acceso universal al agua potable segura y asequible para todos en 2030, además de realizar las inversiones adecuadas en infraestructura, es necesario gestionar las cuencas hidrográficas de manera integral, para preservar la calidad de las fuentes de agua y poder administrar los distintos usos con equidad, manteniendo la biodiversidad de los ecosistemas.
Tener agua segura en nuestras casas implica proteger bosques y humedales, modificar y/o prohibir en ciertos casos actividades productivas (agricultura, industria, minería) que pongan en riesgo las fuentes, aplicar ordenamientos territoriales que tengan en cuenta los valles de inundación de los ríos y la inevitable suba del nivel del mar en los próximos años.
El avance de la urbanización ha impermeabilizado gran parte de la superficie de las ciudades, aumentando el riesgo de inundación de las poblaciones más vulnerables ante la tendencia de precipitaciones cada vez más intensas. Si existe un manejo de cuenca inapropiado (o directamente no existe y se hace cualquier cosa en cualquier lugar), y tampoco hay una planificación adecuada en cuanto a permisos de construcción, espacios verdes, superficies permeables, manejo de la basura, asentamientos irregulares, se llega a situaciones como la actual en Perú, California, Jujuy y cantidad de ejemplos similares.
Exceso y falta de agua, dos extremos que llevan a amplias regiones a situaciones de emergencia que exigen también revisar conductas de uso y desperdicio, tanto del agua potable como sus usos en la industria y la agricultura.
El tema del Día Mundial del Agua del 2017, es “Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?”. En un contexto en el que más de 663 millones de personas viven sin un suministro de agua segura cerca de su casa, pasan innumerables horas haciendo colas o caminando a fuentes lejanas y haciendo frente a los impactos en la salud del uso de agua contaminada, el lema motiva a reducir y reutilizar las aguas residuales como una de las soluciones a estos problemas.
Para garantizar el acceso universal al agua, en cantidad suficiente y segura, es imprescindible una visión de cuenca que garantice que las actividades sobre las mismas no alteren el ciclo hidrológico ni afecten su calidad.
- Lima está sin agua potable hace cuatro días tras los aludes (19/03/2017) http://2016dev.telam.com.ar/notas/201703/182936-peru-lima-agua-potable-aludes.html
- Peña Humberto. Desafíos de la seguridad hídrica en América Latina y el Caribe. Serie Recursos Naturales e Infraestructura. CEPAL (2016). ISSN 1680-9017
- http://www.lacapital.com.ar/el-gobierno-lanzo-la-segunda-etapa-del-plan-nacional-del-agua-una-inversion-208-millones-n790247.html
- http://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals/goal-6-clean-water-and-sanitation.html