- La exposición a material particulado (PM2.5) en el aire causó un total de 4,2 millones de muertes en 2015.
- El 92 por ciento de la población mundial habita en áreas que exceden los límites de contaminación establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
- China e India acumulan el 52 por ciento de las muertes causadas por la presencia de este tipo de partículas en el aire. En el caso chino, la principal causa de PM2.5 en el aire es la generación de energía a partir de carbón y biomasa.
- Argentina es uno de los países con menor presencia de PM2.5 y ozono en el aire.
Por Daniela Gomel*
La exposición de las personas a la presencia de material particulado (PM2.5) en el aire causó más muertes que el consumo de alcohol y la inactividad física en 2015, alcanzando un total de 4,2 millones de muertes y convirtiéndose en el quinto factor de riesgo causante de muerte a nivel global. Así lo señala el informe “El Estado Global del Aire 2017” realizado por el Instituto de Efectos sobre la Salud (HEI, por sus siglas en inglés).
Siguiendo las pautas de la Organización Mundial de la Salud, el aire con baja contaminación es aquel con un promedio anual ponderado por población de concentración de PM2.5 hasta 10 µg/m3, pero el 92 por ciento de la población mundial habita en áreas que lo exceden, es decir que la mayoría de la población mundial convive con un aire insano (datos 2015).
Las poblaciones más vulnerables ante este fenómeno son las personas mayores de 70 años (28 por ciento de la población afectada), y los niños menores de 5 años (21 por ciento de las muertes provocadas). Los datos arrojados por la investigación revelan que en 2015, 103 millones de personas vieron perjudicada su salud ante los efectos que causa el aire contaminado por la presencia de estas partículas, siendo asimilables a los daños generados por el alto consumo de sodio o el colesterol.
La OMS, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, entre otras instituciones relevantes, han llegado a la conclusión de que la contaminación del aire por presencia de PM2.5 y ozono es causante tanto de enfermedades mortales y/o crónicas -enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y pulmonares- como de la reducción de la calidad y expectativa de vida de las personas. Allí donde se han tomado medidas para reducir la presencia de estos químicos en el aire, los efectos negativos sobre la salud han disminuido notoriamente. Tanto en la Unión Europea como en los Estados Unidos, las medidas adoptadas trajeron aparejada una disminución neta de la mortalidad atribuible a PM2.5 en el aire en un 17 por ciento y 22 por ciento respectivamente.
Según los datos obtenidos en el reporte HEI, la exposición a PM2.5 es responsable del 7,6 por ciento del total de las muertes a nivel global y del 4,2 por ciento de las causas de reducción de salud. China e India acumulan el 52 por ciento de las muertes causadas por la presencia de este tipo de partículas en el aire.
Los casos más alarmantes, por contar con los promedios anuales ponderados por población más altos de PM2.5, son Qatar (107 μg/m3), Arabia Saudita (106 μg/m3) y Egipto (105 μg/m3) seguidos por Bangladesh (75 μg/m3), Nepal (75 μg/m3) e India (74 μg/m3). China concentra un promedio anual ponderado por población de 58 μg/m3. Las tasas anuales de mortalidad más altas se encuentran el sur de Asia, donde las muertes por exposición a PM2.5 son de 133 personas cada 100.000, en Asia Central 85 cada 100.000 y en Asia oriental 83 cada 100.000, mientras que en India y China las muertes por exposición a PM2.5 ya habían superado el millón hacia 2015.
En contraposición, los promedios más bajos, menores o iguales a 8 μg/m, se encuentran en Brunei, Suecia, Nueva Zelanda, Australia, Finlandia, Canadá y otros países del pacífico e islas del Caribe.
Tomando como ejemplo el caso chino, la causa principal de la presencia de PM2.5 en el aire se debe a la generación de energía: el 40 por ciento de la presencia de PM2.5 en el aire se debe a la quema de carbón en industrias, las plantas de generación energética y la calefacción hogareña a partir de biomasa.
En lo que respecta al ozono, entre 1990 y 2015 la presencia del gas en el aire aumentó en un 7 por ciento. Los países más afectados son la India y Bangladesh, donde provocó 254.000 muertes en 2015. En India el incremento de las muertes atribuidas a la exposición al ozono crecieron un 150 por ciento a lo largo de los últimos 25 años, mientras que en Estados Unidos e Indonesia se dio una reducción en la tasa anual de muertes del 1 por ciento.
Argentina es uno de los países con menor presencia de PM2.5 y ozono en el aire. El promedio anual ponderado por población de PM2.5 disminuyó de 16 ug/m3 en 1990 a 13 ug/m3 en 2015, aunque las muertes provocadas por este fenómeno incrementaron nominalmente debido a los cambios poblacionales propios del aumento de la demografía, es por ello que en 1990 hubo 13.500 muertes mientras que en 2015 se alcanzaron 16.600.
Por su parte, el promedio anual ponderado por población de ozono en el aire aumentó de 36 ug/m3 en 1990 a 40 ug/33 en 2015, provocando un aumento en la cantidad de muertes: de 30 en 1990 a 200 en 2015, siendo de las más bajas de la región.
El reporte de HEI realiza un paneo de los efectos en la salud de la población mundial en todos los países del globo para servir como herramienta para la toma de decisiones de gobiernos en el abordaje de la contaminación del aire. Para su elaboración toma datos de la OMS y el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés), el cual dispone de una herramienta de medición de pérdida de salud a partir de los efectos del aire en las personas conocida como Carga Mundial de la Enfermedad (GBD, por sus siglas en inglés).
*Licenciada en Ciencia Política y cursa la Maestría Interdisciplinaria en Energía de la Universidad de Buenos Aires. Asesora parlamentaria en el Congreso de la Nación y docente de la Licenciatura en Ciencia Política de la UBA. Ha realizado cursos de posgrado sobre gobernabilidad y energía en el exterior así como en Argentina.